jueves, 8 de julio de 2010
A día de hoy
Desde hace algún tiempo, se viene poniendo en tela de juicio el recto comportamiento del presidente del Congreso, José Bono. Parece que en estos años ha ido acumulando un patrimonio bastante considerable y algunos se preguntan cómo ha conseguido tanto dinero.
Ahora acaba de publicarse, que Bono se saltó la ley para pagar su sociedad Hípica Almenara y conseguir grandes beneficios, todo ello ante la indiferencia de la Administración.
Se dice que Porcelanosa financió gran parte de las instalaciones en la hípica, a la vez que instaló justo al lado, una gran torre publicitaria de 16 metros de altura, que es visible desde la carretera Nacional-400. A su vez, se resalta que desde 1988 está prohibido poner vallas publicitarias junto a las carreteras nacionales; artículo 24 de la Ley de Carreteras del Estado.
Puede que esté prohibido, pero parece que el anuncio de Porcelanosa goza de inmunidad ante la Ley de Carreteras, o por lo menos, el Ministerio de Fomento, parece haber mirado para otro lado y no ha puesto ningún impedimento ni requerimiento a tal desacato.
Según consulta a la Jefatura Provincial de Tráfico de Toledo, parece ser, que la hípica de Bono con cartel publicitario incluido, está ubicada en un tramo interurbano de la carretera Nacional-400 que va de Toledo a Ocaña. Por tanto, el ministro de Fomento, José Blanco debería haberse enterado y actuado, pero no...
Pero aquí no acaba todo, porque se señala que Bono es propietario del 80% de Hípica Almenara, y siendo Bono presidente de Castilla–La Mancha, aprobó en 1997 una ley de incompatibilidades, según la cual en su artículo 3º, se dice que el cargo de presidente es esa Comunidad Autónoma, “es incompatible con toda actividad profesional o mercantil”.
También se dice que Bono fue “agraciado” por Porcelanosa, con un crucero de lujo en el Queen Mary el mes de abril, con el traslado hasta Southampton y el pasaje de vuelta desde Nueva York incluidos.
Claro que José Blanco tampoco está como para llamarle la atención a Bono, porque este último también podría preguntarle aquello de: “¿Y qué hay de tu ático de Don Pepiño, situado en edificio nuevo de la isla de Arosa, a pocos metros del mar, incumpliendo según parece, la Ley de Costas?”
En resumen, parecen incoherencias de un aprovechadismo de república africana o bananera, donde la norma es aquello del “haced lo que yo digo, pero no hagáis lo que yo hago”; es decir, donde las leyes no pasan por la casa del gobernante.
Etiquetas: cuallenpapcascpps
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