jueves, 4 de marzo de 2010
El Confidente
La ONU avisó en 2006, de que la situación del mercado inmobiliario español ya era “insostenible”
Hace dos días se publicaron nuevos datos del índice de paro en España, unos nuevos datos peores que los anteriores y que aumenta el número de desempleados en 82.000, cuando la tasa de paro está creciendo desde hace nueve meses sin cesar.
Zapatero, empeñado como está, en insuflar esperanza donde sólo anida el pesimismo, acaba de decirnos que la economía remontará en el segundo semestre...o quizás en el tercero, quien sabe?
Desde que estalló la crisis, el presidente viene defendiéndose como puede; primero negó que hubiera crisis, después al tener que reconocerla, se ha estado aferrando a que es una crisis mundial; es decir, la culpa (que es muy negra y nadie la quiere) es de otros países. Bien, pero en otros países ya empieza a recuperarse la economía, cuando aquí, no. Ello debe significar, que aquí la crisis es más profunda que en otros países.
La realidad, seguramente pasa por otro costado: en un mundo de economías interconectadas, cuando en algunos países netamente consumidores, se permiten picarescas o burbujas inmobiliarias, estas acaban estallando frenando el consumo y contagiando inevitablemente el problema económico a los países fabricantes o proveedores.
En septiembre de 2006, la ONU alertó a España, en el sentido de controlar la especulación urbanística desenfrenada. Era tanto como decir, que la Administración consentía unos excesos que después, podrían perjudicar gravemente al país, como así ha sido. El millón y medio largo de pisos sin vender, es buena prueba de ello.
La ONU llegaba a aconsejar al Gobierno de Zapatero, que modificara el sistema de deducciones fiscales en las compras de vivienda, con el argumento de que se estaba subvencionando a los constructores con dinero público.
Después se decía, que los elevados precios de la vivienda en España, hacían que entre el 20 y el 25% de la población estuviera excluida de la posibilidad de comprar una vivienda.
El portavoz de ONU, Miloon Kothari, acababa diciendo que el Gobierno debía adoptar medidas inmediatas para resolver estas dificultades, dado que el problema planteado por la vivienda en España, era el mayor de Europa y uno de los más grandes a nivel internacional. Kothari acabó alabando la reforma del Gobierno sobre la Ley del Suelo, recomendando ampliar el mercado de viviendas en alquiler y remarcando expresamente, que la situación de especulación urbanística en aquel momento, era ya “insostenible”.
Lo que ha venido después lo sabemos todos y da fe de lo acertadas que eran las previsiones de la ONU. Zapatero también sabía en 2006 lo que se le avecinaba, pero él, poniendo cara de sorprendido a principios de 2008, no hacía más que decirnos, que no había crisis.
Ya sabemos que la crisis económica se contagia como la gripe A; sólo que en unos países ataca con más virulencia que en otros; algún motivo habrá.
Hace dos días se publicaron nuevos datos del índice de paro en España, unos nuevos datos peores que los anteriores y que aumenta el número de desempleados en 82.000, cuando la tasa de paro está creciendo desde hace nueve meses sin cesar.
Zapatero, empeñado como está, en insuflar esperanza donde sólo anida el pesimismo, acaba de decirnos que la economía remontará en el segundo semestre...o quizás en el tercero, quien sabe?
Desde que estalló la crisis, el presidente viene defendiéndose como puede; primero negó que hubiera crisis, después al tener que reconocerla, se ha estado aferrando a que es una crisis mundial; es decir, la culpa (que es muy negra y nadie la quiere) es de otros países. Bien, pero en otros países ya empieza a recuperarse la economía, cuando aquí, no. Ello debe significar, que aquí la crisis es más profunda que en otros países.
La realidad, seguramente pasa por otro costado: en un mundo de economías interconectadas, cuando en algunos países netamente consumidores, se permiten picarescas o burbujas inmobiliarias, estas acaban estallando frenando el consumo y contagiando inevitablemente el problema económico a los países fabricantes o proveedores.
En septiembre de 2006, la ONU alertó a España, en el sentido de controlar la especulación urbanística desenfrenada. Era tanto como decir, que la Administración consentía unos excesos que después, podrían perjudicar gravemente al país, como así ha sido. El millón y medio largo de pisos sin vender, es buena prueba de ello.
La ONU llegaba a aconsejar al Gobierno de Zapatero, que modificara el sistema de deducciones fiscales en las compras de vivienda, con el argumento de que se estaba subvencionando a los constructores con dinero público.
Después se decía, que los elevados precios de la vivienda en España, hacían que entre el 20 y el 25% de la población estuviera excluida de la posibilidad de comprar una vivienda.
El portavoz de ONU, Miloon Kothari, acababa diciendo que el Gobierno debía adoptar medidas inmediatas para resolver estas dificultades, dado que el problema planteado por la vivienda en España, era el mayor de Europa y uno de los más grandes a nivel internacional. Kothari acabó alabando la reforma del Gobierno sobre la Ley del Suelo, recomendando ampliar el mercado de viviendas en alquiler y remarcando expresamente, que la situación de especulación urbanística en aquel momento, era ya “insostenible”.
Lo que ha venido después lo sabemos todos y da fe de lo acertadas que eran las previsiones de la ONU. Zapatero también sabía en 2006 lo que se le avecinaba, pero él, poniendo cara de sorprendido a principios de 2008, no hacía más que decirnos, que no había crisis.
Ya sabemos que la crisis económica se contagia como la gripe A; sólo que en unos países ataca con más virulencia que en otros; algún motivo habrá.
Etiquetas: onuavismerinmoinsost
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