martes, 1 de septiembre de 2009
A día de hoy
La jornada laboral parece ser proporcional a la crisis
En el mundo laboral español han habido cambios en los últimos 30 años; no sólo se ha negociado vía convenio colectivo el salario a percibir, sino también el número de horas a trabajar. Se tenía en cuenta el cociente de dividir el sueldo por el número de horas, lo cual resulta definitorio para un convenio colectivo de sector, pero siendo los emolumentos importantes, también lo es la cantidad de tiempo libre. Siempre se nos había dicho que el aumento de ambos conceptos aumentaba nuestra calidad de vida.
Desde que se instauró la democracia en nuestro país, la tendencia en fijar el número de horas de trabajo siempre había tenido una tendencia a la baja, sin embargo ahora con la crisis, este ha sido el primer debate laboral que ha quedado aparcado.
En 1978 la jornada laboral estaba establecida en 42 horas semanales de trabajo efectivo o 1.798 horas anuales. En 1983 se estableció por ley las 40 horas semanales. Fue en el bienio 2005-2007 cuando se estableció una reducción de 3´2 horas dejándolo en las 38´3 horas a la semana.
En 2008 con la explosión de la burbuja inmobiliaria, se ha constatado vía convenios, como hubo un aumento de 12 horas, de 1.744 a 1.756 horas anuales, aunque si bien oficialmente, la jornada laboral quedó establecida en las 38´3 horas semanales, pero luego los convenios, pactan mediante “la libre voluntad de las partes”, unas condiciones que prolongan sibilinamente la jornada laboral.
La aplicación de la norma se hace con una gran dispersión, por decirlo suavemente, por lo que la presión implícita de la elevada tasa de paro, hace que la necesidad de mantener el puesto de trabajo, deje aparcada la reclamación del estricto cumplimiento de la jornada establecida. Las empresas lo saben y sacan todo el partido posible de la situación; entiéndase, muchos trabajadores se ven abocados a trabajar más horas de las reglamentadas oficialmente, con lo cual se da un incumplimiento legal que las instituciones pertinentes no persiguen.
Las jornadas prolongadas se dan en prácticamente todos los sectores, pero destacan el sector de la pesca, banca, hostelería, comercio y transporte aéreo, mientras la menor prolongación de jornada no retribuida se da en la educación.
Todos estos sectores se regulan mediante convenio colectivo o negociación colectiva, lo que ocurre, es que de este grupo quedan excluidos los autónomos, que desde siempre han venido teniendo una jornada laboral con dedicación exclusiva o total.
A día de hoy la crisis ha incidido en nuestra jornada laboral aumentándola; la crisis modificará todas las relaciones laborales, pero a la baja y en negativo para los trabajadores.
En el mundo laboral español han habido cambios en los últimos 30 años; no sólo se ha negociado vía convenio colectivo el salario a percibir, sino también el número de horas a trabajar. Se tenía en cuenta el cociente de dividir el sueldo por el número de horas, lo cual resulta definitorio para un convenio colectivo de sector, pero siendo los emolumentos importantes, también lo es la cantidad de tiempo libre. Siempre se nos había dicho que el aumento de ambos conceptos aumentaba nuestra calidad de vida.
Desde que se instauró la democracia en nuestro país, la tendencia en fijar el número de horas de trabajo siempre había tenido una tendencia a la baja, sin embargo ahora con la crisis, este ha sido el primer debate laboral que ha quedado aparcado.
En 1978 la jornada laboral estaba establecida en 42 horas semanales de trabajo efectivo o 1.798 horas anuales. En 1983 se estableció por ley las 40 horas semanales. Fue en el bienio 2005-2007 cuando se estableció una reducción de 3´2 horas dejándolo en las 38´3 horas a la semana.
En 2008 con la explosión de la burbuja inmobiliaria, se ha constatado vía convenios, como hubo un aumento de 12 horas, de 1.744 a 1.756 horas anuales, aunque si bien oficialmente, la jornada laboral quedó establecida en las 38´3 horas semanales, pero luego los convenios, pactan mediante “la libre voluntad de las partes”, unas condiciones que prolongan sibilinamente la jornada laboral.
La aplicación de la norma se hace con una gran dispersión, por decirlo suavemente, por lo que la presión implícita de la elevada tasa de paro, hace que la necesidad de mantener el puesto de trabajo, deje aparcada la reclamación del estricto cumplimiento de la jornada establecida. Las empresas lo saben y sacan todo el partido posible de la situación; entiéndase, muchos trabajadores se ven abocados a trabajar más horas de las reglamentadas oficialmente, con lo cual se da un incumplimiento legal que las instituciones pertinentes no persiguen.
Las jornadas prolongadas se dan en prácticamente todos los sectores, pero destacan el sector de la pesca, banca, hostelería, comercio y transporte aéreo, mientras la menor prolongación de jornada no retribuida se da en la educación.
Todos estos sectores se regulan mediante convenio colectivo o negociación colectiva, lo que ocurre, es que de este grupo quedan excluidos los autónomos, que desde siempre han venido teniendo una jornada laboral con dedicación exclusiva o total.
A día de hoy la crisis ha incidido en nuestra jornada laboral aumentándola; la crisis modificará todas las relaciones laborales, pero a la baja y en negativo para los trabajadores.
Etiquetas: ljorlabeinvrpro
# entrada de Redaccio : 8:19
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