martes, 7 de julio de 2009
El Confidente
Cuidado con las medusas
Estamos en plena época estival y con ello aumenta el acceso de bañistas a nuestras playas. El agua de mar que duda cabe, resulta ser de lo más refrescante contra los calores veraniegos, pero sucede que existen una serie de animales propios de estas aguas, que pueden causarnos graves problemas de salud.
Las grandes y redondas medusas aurelia, pueden producir fuertes picaduras que precisan de intervención sanitaria; lo normal en caso de picadura, es que queden unas marcas o cicatrices que tardan muchos años en desaparecer.
La llamada Carabela Portuguesa (Physalia physalis) de la fotografía, no resulta ser realmente una medusa, ya que no es capaz de nadar entre dos aguas como las auténticas medusas, lleva en cambio, un flotador lleno de aire que usa a modo de vela para que el viento la desplace por los mares.
Vista al natural aparece el flotador con un color blanquecino con ribetes violáceos, navegando por encima del agua a merced del viento y las olas.
Este tipo de seudo medusas, suele tener unas dimensiones que van entre los 5 y los 24 centímetros, pero sus tentáculos pueden alcanzar varios metros de longitud.
Sus picaduras urticantes pueden paralizar incluso a un pez grande y pueden afectar seriamente a una persona. El contacto de esos tentáculos con las personas, dispara las células urticantes que se clavan en la piel pudiendo producir quemazón, inflamación en la zona y fuertes dolores.
Desde hace años se ha dicho que están registradas varias muertes a causa de la picadura de este animal; ahora sabemos que la picadura provocó en su víctima un paro cardíaco. Esto suele suceder fundamentalmente (según explicaciones médicas generalizadas), en personas con afecciones alérgicas.
Aunque resulta ser un animal propio del Atlántico, tampoco resulta imposible verlo en el Mediterráneo; ahora se han detectado una bandada de unos 500 ejemplares entrando por el Estrecho de Gibraltar y hace unos cuantos años, apareció un ejemplar en las costas de Tarragona.
En caso de aparecer estos animales en una zona costera se desaconseja el baño y en caso de picadura, se aconseja retirar el tentáculo, acudiendo rápidamente a un centro hospitalario.
Estamos en plena época estival y con ello aumenta el acceso de bañistas a nuestras playas. El agua de mar que duda cabe, resulta ser de lo más refrescante contra los calores veraniegos, pero sucede que existen una serie de animales propios de estas aguas, que pueden causarnos graves problemas de salud.
Las grandes y redondas medusas aurelia, pueden producir fuertes picaduras que precisan de intervención sanitaria; lo normal en caso de picadura, es que queden unas marcas o cicatrices que tardan muchos años en desaparecer.
La llamada Carabela Portuguesa (Physalia physalis) de la fotografía, no resulta ser realmente una medusa, ya que no es capaz de nadar entre dos aguas como las auténticas medusas, lleva en cambio, un flotador lleno de aire que usa a modo de vela para que el viento la desplace por los mares.
Vista al natural aparece el flotador con un color blanquecino con ribetes violáceos, navegando por encima del agua a merced del viento y las olas.
Este tipo de seudo medusas, suele tener unas dimensiones que van entre los 5 y los 24 centímetros, pero sus tentáculos pueden alcanzar varios metros de longitud.
Sus picaduras urticantes pueden paralizar incluso a un pez grande y pueden afectar seriamente a una persona. El contacto de esos tentáculos con las personas, dispara las células urticantes que se clavan en la piel pudiendo producir quemazón, inflamación en la zona y fuertes dolores.
Desde hace años se ha dicho que están registradas varias muertes a causa de la picadura de este animal; ahora sabemos que la picadura provocó en su víctima un paro cardíaco. Esto suele suceder fundamentalmente (según explicaciones médicas generalizadas), en personas con afecciones alérgicas.
Aunque resulta ser un animal propio del Atlántico, tampoco resulta imposible verlo en el Mediterráneo; ahora se han detectado una bandada de unos 500 ejemplares entrando por el Estrecho de Gibraltar y hace unos cuantos años, apareció un ejemplar en las costas de Tarragona.
En caso de aparecer estos animales en una zona costera se desaconseja el baño y en caso de picadura, se aconseja retirar el tentáculo, acudiendo rápidamente a un centro hospitalario.
Etiquetas: cuidaconlamed
# entrada de Redaccio : 7:53
Suscribirse a Entradas [Atom]