viernes, 12 de junio de 2009

A día de hoy

De burbuja en burbuja y no la pinchan con una aguja




Cuando oímos hablar de burbuja, todos sabemos lo que en términos económicos significa; el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en la que estamos inmersos ha conseguido popularizar el significado de tales conceptos.
Hasta la fecha hemos visto burbujas inmobiliarias, de materias primas y bursátiles. Las burbujas proceden en definitiva, de especulación pura y dura.

La deuda pública ha sido siempre vista como un producto conservador y seguro, pero no atrae a los especuladores. Sin embargo la cosa ha sido diferente en los últimos meses, dado que los precios de la deuda pública se han inflado. Y es que la presión de la crisis financiera impulsó a los inversores a vender sus activos arriesgados, para invertir en títulos emitidos por los Estados, ya se sabe que el capital es miedoso por naturaleza.

La gran demanda de deuda pública, ha hecho aumentar el precio de estos títulos que tienen unos rendimientos fijos, luego si aumenta el precio de compra, aumenta la inversión y por tanto conlleva porcentualmente hablando, una caída en sus rendimientos.

Ahora con la rebaja de los tipos de interés, el repunte bursátil que parece asomar y las especulaciones sobre el posible retorno de la inflación, todo hace predecir, que el mercado de la deuda pública se convertirá en un mercado vendedor en masa, lo cual hará bajar los precios. Si esto ocurre, los ahora inversores en deuda pública, sufrirán pérdidas en un producto al que siempre se había tenido por el más seguro. Quizás oigamos hablar del pinchazo de la burbuja en deuda pública.

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