jueves, 2 de abril de 2009
El Confidente
Unos encajes complicados
Zapatero ha dejado de ser el mago optimista que algunos le creyeron. Su magia ya no funciona y quizás por ello, haya desaparecido su actitud optimista.
Las elecciones vasco gallegas, fueron el detonante que hundió el puente parlamentario entre PSOE-PNV-BNG, lo cual le proporcionaba al Gobierno una mayoría parlamentaria con la que podía imponer todas sus iniciativas consensuadas con los otros dos grupos, si bien tenía también el apoyo de ERC y IU-ICV.
Después de las elecciones el panorama ha cambiado sustancialmente; ahora los seis diputados del PNV han roto su alianza con Zapatero. También los dos diputados del BNG se niegan a mantenerle su apoyo. El núcleo PSOE-PNV-BNG funcionaba en base a que los 169 escaños del PSOE, se sumaban a los otros 8 de sus socios de gobierno para obtener 177 escaños, que superaban la mayoría de los 175.
Ahora Zapatero se ve obligado a tejer unos encajes complicados con otros socios; con los 10 escaños de CiU y con otros dos de IU e ICV. Una solución demasiado complicada e imprevisible para asegurar estabilidad y hablando claro, ahora Zapatero está completamente en manos de CiU, donde dicen no haber olvidado todavía, lo que les hicieron en el Gobierno de la Generalitat de Catalunya.
En la última semana ya se han vislumbrado dos jornadas parlamentarias, en las que se han evidenciado la falta de apoyo parlamentario que tiene el Gobierno; en una se unieron todos los partidos de la Cámara contra el PSOE, para repudiar la forma en que se anunció la retirada de tropas de Kosovo. Al día siguiente, el Gobierno tuvo que aceptar, que un Decreto Ley, de medidas urgentes contra el paro, se tenga que tramitar con enmiendas y debate.
Quedan tres años de legislatura y desde un panorama de extraordinaria debilidad política, un Zapatero que huele a paro por los cuatro costados, se defiende como gato panza arriba; el Gobierno debe afrontar temas tan delicados como la financiación autonómica, o los Presupuestos Generales que comienzan a negociarse en mayo y donde los grupos le exprimirán sin consideración.
Todo ello conforma un panorama de encajes delicados, con la fragilidad de un fino hilo de cristal, que puede romperse a la menor tensión y que parece anunciar unas próximas elecciones anticipadas, en un clima de creciente erosión de imagen presidencial. Claro que una solución podría ser, el pacto PSOE-PP.
Zapatero ha dejado de ser el mago optimista que algunos le creyeron. Su magia ya no funciona y quizás por ello, haya desaparecido su actitud optimista.
Las elecciones vasco gallegas, fueron el detonante que hundió el puente parlamentario entre PSOE-PNV-BNG, lo cual le proporcionaba al Gobierno una mayoría parlamentaria con la que podía imponer todas sus iniciativas consensuadas con los otros dos grupos, si bien tenía también el apoyo de ERC y IU-ICV.
Después de las elecciones el panorama ha cambiado sustancialmente; ahora los seis diputados del PNV han roto su alianza con Zapatero. También los dos diputados del BNG se niegan a mantenerle su apoyo. El núcleo PSOE-PNV-BNG funcionaba en base a que los 169 escaños del PSOE, se sumaban a los otros 8 de sus socios de gobierno para obtener 177 escaños, que superaban la mayoría de los 175.
Ahora Zapatero se ve obligado a tejer unos encajes complicados con otros socios; con los 10 escaños de CiU y con otros dos de IU e ICV. Una solución demasiado complicada e imprevisible para asegurar estabilidad y hablando claro, ahora Zapatero está completamente en manos de CiU, donde dicen no haber olvidado todavía, lo que les hicieron en el Gobierno de la Generalitat de Catalunya.
En la última semana ya se han vislumbrado dos jornadas parlamentarias, en las que se han evidenciado la falta de apoyo parlamentario que tiene el Gobierno; en una se unieron todos los partidos de la Cámara contra el PSOE, para repudiar la forma en que se anunció la retirada de tropas de Kosovo. Al día siguiente, el Gobierno tuvo que aceptar, que un Decreto Ley, de medidas urgentes contra el paro, se tenga que tramitar con enmiendas y debate.
Quedan tres años de legislatura y desde un panorama de extraordinaria debilidad política, un Zapatero que huele a paro por los cuatro costados, se defiende como gato panza arriba; el Gobierno debe afrontar temas tan delicados como la financiación autonómica, o los Presupuestos Generales que comienzan a negociarse en mayo y donde los grupos le exprimirán sin consideración.
Todo ello conforma un panorama de encajes delicados, con la fragilidad de un fino hilo de cristal, que puede romperse a la menor tensión y que parece anunciar unas próximas elecciones anticipadas, en un clima de creciente erosión de imagen presidencial. Claro que una solución podría ser, el pacto PSOE-PP.
Etiquetas: unencajcompl
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