lunes, 2 de marzo de 2009

A día de hoy

Corrupción a tuti plen


Años atrás coleó y de lo lindo, el escándalo de financiación ilegal del PSOE. Hace poco ha estallado otro caso de posible financiación ilegal; de momento se está investigando pero Garzón apunta al tesorero del PP, con lo cual y dadas las grabaciones de las que se ha hecho difusión, podría llegar a ser tenido como un caso de financiación ilegal del PP.

La maltrecha vida democrática española está jalonada de escándalos y escandaletes de este tipo, que a fin de cuentas no configuran nada más que un estado de corrupción, que en nada tiene que envidiar a algunas criticadas republicas bananeras centroamericanas.

La conducta de una minoría, siempre muy poderosa o influyente, de individuos e individuas, entregados a su obsesión por financiar a su partido con dinero fácil y abundante, con tal de conseguir la permanencia en el poder durante años y así, poder prolongar su propio empleo político personal muy bien pagado. A la que hay que sumar, las corruptelas promovidas por las y los personajes absorbidos por su pasión personal de enriquecerse a cualquier precio, pone en evidencia una vez más, algo que desde hace años resulta ser un secreto a voces: La corrupción que anida en nuestra democracia, viene siendo una situación tolerada por el pasotismo de casi todos, cuando no utilizada por algunos mediocres listillos, que consiguen aprovecharla institucionalmente cual si fueran usufructuarios del sistema.

Nuestra Justicia sólo se mueve en algunos casos, pero no parece tener por costumbre el investigar todos los indicios que le llegan ya sea por vías confidenciales o por denuncias en prensa. Da la sensación de que sólo investiga cuando alguien da la orden desde cierta cúpula de poder.

Se ha venido publicando en la prensa, que Garzón es ahora asesor de Zapatero, es más, se dice que fue el propio Garzón quien convenció a Zapatero (se citan incluso las palabras textuales) para que nombrara a Carlos Divar como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial.
¿Cómo se puede tolerar, que un Juez en activo de la Audiencia Nacional, influya en las decisiones del Ejecutivo?
¿Dónde queda aquí la separación de poderes que garantiza al menos en teoría, la independencia y la equidad?
¿No es cierto que unir los tres poderes, el Judicial, el Ejecutivo y el Legislativo en uno solo, es una particularidad de la dictadura?
¿No estaremos ante una democracia dictatorial?
¿Cómo se puede pretender que con este estado de cosas la gente confíe en la Democracia y en la Justicia?

A estas alturas de la crisis económica y corruptelar, de nada sirven los grandes discursos grandilocuentes, sino las soluciones. De nada sirve engañarnos a nosotros mismos, cuando la corrupción no es problema de un solo partido, sino de varios, y cuando las corruptelas se han convertido en un mal endémico de nuestro país. ¿Habrá solución?

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