miércoles, 7 de enero de 2015
El Confidente
Grecia, un país problemático
para la UE
A finales de abril
de 2010, Grecia se vio acosada por los mercados. Entonces supimos que el
presidente griego Papandreu, había pedido el rescate y lo había anticipado telefónicamente,
primero al entonces presidente de turno de la UE, José Luis Rodríguez Zapatero
y después a la canciller alemana, Angela Merkel.
Los datos que se nos
dieron: un déficit para 2009 del 13,6 % del PIB, y la deuda pública en un 115%
del PIB, mientras que la prima de riesgo estaba en 600 puntos. Con estos datos
que me parecieron desastrosos, escribí por aquel entonces, que tenía a Grecia por
irrecuperable y que en modo alguno podría devolver la deuda pública. El mismo
concepto tenía de España y así lo escribí.
Hoy debo decir, que
celebro haberme equivocado en el análisis respecto a nuestro país, pero lamento
haber acertado en el análisis sobre Grecia. Y es que todos los datos que
circulaban sobre el país heleno en 2010 eran espeluznantes; no había casi ningún
control económico, la fiscalidad era en gran parte teórica, prácticamente no se
pagaban impuestos, la evasión fiscal era algo así como el deporte nacional. Para
mí, Grecia era y es, un país fallido.
En 2011 volví a
Grecia y estuve hablando con algunas personas, entre ellas pregunté a Ioannis, un
taxista que hablaba italiano:
I politici hanno
rubato tutto. – me contestó, añadiendo que a su madre le habían rebajado la
pensión de 1.200 a 700 euros, después de haber estado trabajando durante 43
años en un hotel. Claro que tampoco me dijo, si él con su taxi pagaba
impuestos?
Es cierto que mucha
responsabilidad en el desastre, la tuvieron los políticos, pero para mí no es
menos cierto, que la sociedad griega era un pueblo que vivía a expensas de las
subvenciones que les llegaban de la Unión Europea; el mismo empeño que sigo
viendo ahora. Parece que nada haya cambiado. La sociedad griega aún no ha
entendido que no se puede vivir para siempre de subvenciones, es decir del
dinero que les entregamos el resto de países, a través de la UE o a través del
FMI, que viene a ser lo mismo.
Grecia recibió un
rescate, después hubo que hacer una quita porque no podían pagar. Más tarde se
le dio otro segundo rescate y ahora vuelven a pedir otra quita. La UE ya les ha
dicho que no habrá más quitas y a finales de enero vence el rescate, con lo
cual y como aún no lo han podido acabar de pagar, precisan un tercer rescate.
Grecia dice que en
2013 obtuvo 2.900 millones de euros en
concepto de “superávit primario”; es decir, sería superávit si no tuvieran que
pagar los intereses de la deuda.
Los griegos han
tenido que soportar unos recortes espartanos y nunca mejor dicho, por tanto es
lógico que estén muy desesperados, pero todo ello forzosamente, debe tener una
causa que debería llevarles a una seria reflexión.
Al final la
necesidad aprieta y hasta hace que estalle el equilibrio parlamentario, en un
país donde la presidencia más que un cargo parece un encargo, por ello han sido
convocadas elecciones para el 25 de enero. Unos comicios que podría ganar el
partido de extrema izquierda Syriza, el cual prometió la salida de la eurozona,
no pagar la deuda etc.
En principio, lo que
podría ocurrir si Grecia volvieran al dracma, es que se devaluara
automáticamente, en por lo menos un 60%.
Es decir, seguirían debiendo el rescate a la UE y encima los griegos
serían mucho más pobres.
Se ha comentado
muchas veces que Grecia no debía haber entrado en la UE. Después de su entrada,
se supo que engañó contablemente para conseguir entrar a formar parte del club
europeo.
Cada vez tengo una
mayor sensación de que Grecia no es como los demás países europeos, de que el
fondo Grecia no es Europa y en esto coincido con el eurodiputado, Daniel Cohn-Bendit, cuando dice que el pueblo griego no tiene
sentido de Estado. También es cierto, que países europeos sacan beneficios de
la débil situación griega, aunque no por ello, se debe engañar a la UE, simplemente para vivir de
subvenciones durante unos años. Si piden seriedad, necesitan ser serios ellos
mismos para ser creíbles.
En resumen, está tan
mal que Grecia engañe contablemente a la UE, como darle un rescate para comprar
armamento a Francia, por ejemplo, cuando el rescate bien entendido debe ser
para financiar proyectos humanitarios o productivos.
Los lujosos chalets
con piscina incluida (26.000 piscinas contabilizadas mediante fotografía aérea,
en un país de 11 millones de habitantes), conviven con cantidad de griegos muy
modestos que tienen un poder adquisitivo muy bajo, cuando no, carecen de modus
vivendi alguno. Tanta desigualdad predice al menos, una situación social
explosiva, pero los ciudadanos griegos en general, deben mentalizarse que
tienen que vivir de su trabajo, como Ioannis, en vez de continuar confiando en
la subvención europea y más, cuando algunas informaciones que llegan desde
allí, apuntan a que posiblemente, parte del rescate haya podido ir a manos de
la corrupción.
La Unión Europea
puede gustar mucho, poco o nada, es una asociación muy susceptible de mejora, pero
no es en absoluto un club para repartir rescates, año tras año.
Lo siento por
Grecia, un país al que siempre he tenido por la cuna de la civilización
occidental, pero la historia del pasado, no justifica el empeño en no cambiar, adaptándose así al sistema europeo.
Alemania podría
estar ahora, a favor de expulsar a Grecia de la Eurozona. ¿Y porque no se la expulsó
cuando se conoció el engaño?
Discurso de Daniel Cohon-Bendit sobre la situación
griega
(Podeu teclejar u ombrejar,
copiar i enganxar al buscador del YouTube):
Daniel Cohn-Bendit (subtitulado en español) sobre
ayuda económica a Grecia.
Etiquetas: grecupaisproblem
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